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Las Parteras

Las Parteras

La intervención sobre el parto se ha justificado por el mito de que las mujeres morían masivamente en el pasado al parir. Este es otro tópico que no se sostiene en hechos verificables como apuntamos en  “Feminicidio o auto-construcción de la mujer”. Os dejo un extracto:

“En los datos proporcionados por el Catastro de Ensenada, confeccionado en 1750-1752, siempre aparece la categoría viudas con muchas más personas que la de viudos, lo que indica que ya entonces la vida media de las mujeres era superior a la de los varones, como sucede ahora, por cierto. Ello refuta el mito victimista de que fallecían masivamente en los partos, imponente mentira que tiene un contenido machista, pues equivale a descalificar a las muchas mujeres que hacían de parteras, que poseían una pericia y competencia, sin ser especialistas, excelente, de manera que la gran mayoría de los partos eran perfectamente felices y exitosos, sin daño para la madre y el bebé.

Una descripción lúcida y brillante nos lo proporciona el libro “La razón del campo. Vol. 1”, Universidad Rural Paulo Freire. Serranía de Ronda, 2010. En el apartado “El oficio de partera”, que recoge testimonios sobre María Arroyo Serrano, partera en Benalauría (Málaga). Quienes la conocieron dicen de ella que “realizaba todo tipo de trabajos”, que era “mujer fuerte y enérgica”, en lo espiritual tanto como en lo físico, “mujé maravillosa, y siempre la veías riéndose”. Al referirse al cónyuge de María, del cual no consta el nombre, una de las informantes le califica de “más bueno” y dice que “se llevaban muy bien”, negando el tópico del habitual maltrato que sufrieron las féminas en el pasado. El oficio de partera María “lo aprendió sola” y lo realizaba con tanta competencia y eficacia que “no tuvo que lamentar ninguna muerte”. María “siempre (estaba) dispuesta a ayudar, con muy buen humor”, no se conoce el número de partos que atendió pero con seguridad fueron más de setecientos incluyendo partos múltiples, de nalgas y complicados. Que en esas condiciones no tuviera que lamentar ninguna muerte indica que el parto en el pasado no solo fue más digno, más grande y orgulloso, sino también más seguro, pues hoy más del 20% de los mismos terminan en cesárea, es decir, de forma traumática para la madre y el bebé.
En otra sección del libro figura la trayectoria de una segunda partera, María I. Oliver, que ejerció en la Comarca de los Vélez de Almería. Ésta también era muy sabia y experimentada. El libro sigue tratando sobre maternidad y partos a la manera tradicional. Las conclusiones son que estas mujeres, que no eran profesionales y no actuaban por dinero, sino por espíritu de servicio a sus iguales, atendían los alumbramientos con gran competencia, de modo que la mortalidad era muy baja en las madres y en los recién nacidos, digan lo que digan las estadísticas oficiales, manipuladas para servir a la brutal, ineficiente, peligrosa e inhumana medicina del Estado de bienestar. Por supuesto, nada hay en estos trabajos sobre marginación de las mujeres ni acerca de maltratos y similares. De nuevo constatamos que hombres y mujeres vivían en el amor mutuo y en la mutua asistencia”



3 comentarios:

  1. Estupendo artículo, Prado, gracias por la información. A mí también me ha hecho siempre "ruido en la cabeza" la idea de la supuesta muerte en masa de las mujeres en el parto.

    Por ejemplo, estudiando historia antigua siempre me llamó la atención ejemplos como el rey Ciro de Persia (siglo VI a.C.) que tenía en su ejército una unidad de élite llamada Los Inmortales, formada por 10,000 hombres que se ganaron tal apodo porque en combate, cada vez que moría un soldado, lo sustituían rápidamente por otro. O sea, que no sólo tenían 10,000 efectivos permanentes sino también personal de repuesto en abundancia. Si supuestamente las mujeres persas "morían en masa en el parto" y si se sabe con seguridad que Los Inmortales jamás estuvieron constituidos por mercenarios extranjeros, sino sólo por hombres persas, ¿de dónde salía entonces tal número de soldados?

    En nuestros tiempos actuales es curioso que en las zonas del planeta en las que las mujeres no tienen prácticamente asistencia en el parto (Africa, India..) la población esté siempre aumentando y que los "expertos" en demografía pronostiquen una duplicación e incluso triplicación de esa población en los próximos 20 años, alertándonos de que el planeta llegará a contar con 10.000 millones de habitantes, lo cual supuestamente será "un problema".

    Y la pregunta es la misma: ¿por qué se duplica la población en las zonas donde supuestamente mujeres y recién nacidos "mueren en masa" por falta de asistencia médica?

    Nadie niega que, tanto en la antigüedad como en la actualidad, cierto porcentaje de niños y madres podían y pueden verse ante ciertas situaciones que necesitan asistencia médica sofisticada y que por tanto la carencia de esa ayuda significaba y significa la muerte, pero está claro que, históricamente, las hembras humanas han tenido que tener la capacidad de traer hijos al mundo con cierta facilidad y también la habilidad e inteligencia para ayudar a otras a hacerlo. De lo contrario, no estaríamos nadie aquí.

    La ciencia médica es muy dada a despreciar a todo aquello que no se adapte a sus parámetros, especialmente si viene de la tradición, argumentando que "el método científico" se basa en la experimentacion y comprobación de hechos, como si miles de años de tradición práctica y cotidiana no sirvieran para nada. También modifican en interpretan estadísticas a su antojo, cuando no obvian directamente los errores que cometen y que no conviene que se sepan.

    Es encomiable que personas como tú, Prado, alcen la voz de una vez en reconocimiento de la labor y la dignidad de nuestros antepasados. Nosotros, los modernos, le hemos vendido nuestra dignidad a una ciencia médica secuestrada por la industria farmacéutica, que nos cura una enfermedad y nos provoca siete, y que nos amenaza con una especie de peligro indefinible si no seguimos sus dictados.

    Un saludo y un abrazo de Asun.

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    1. Buen artículo el de Prado y apuntes muy sensatos en tu respuesta. A mi también me huele a chamusquina eso de que caían como moscas....

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  2. Gracias Prado por tu valentía en estos tiempos. Puedo respirar mejor sintiendo que no estoy sola. Vivi en Londres entre 1978 y 1986. Cuando no existía el horrible término de violencia de género, si no movimiento de liberación de la mujer. Bien, el feminismo que conocí era revisionista de la historia. El centro de la mujer en el que trabajé cuatro años, eran mujeres rebeldes al sistema anglosajón de violencia a las mujeres. Siempre recuerdo a esas mujeres que entonces ya tenían más de cincuenta, hablarme de como la mayor violencia a las mujeres era la de las hordas de norte de Europa, de como el mediterráneo era una cultura femenina milenaria que la mujer media anglosajona no podía ni imaginar, y que si las mujeres inglesas tuvieran el poder en el clan que han tenido las mediterráneas, no habría tanta violencia. Yo parí en casa en Londres a mi única hija. El médico de la sanidad pública que me atendió en casa era un cooperante que decía haber atendido más de trescientos partos en paises del tercer mundo. Me dijo: "El problema de las inglesas es que están perdiendo la capacidad de parir. En más de 300 partos rara vez encontré que tuve que intervenir. El parto lo haceis vosotras con la matrona y yo intervendré si hay que hacerlo". Recuerdo al Dr. Hindley sentado mirando mientras yo paría. Con esto no quiero decir que seamos superiores al norte de Europa, solo que Hindley hizo patente que intervenir en el parto de forma médica, sólo perjudica a la especie. Y que el intervencionismo ya casi había erradicado la capacidad de las mujeres en Inglaterra para parir. La mayoría de estas mujeres ya han muerto. Y el feminismo de "grass-roots" como le llamaban estas intelectuales es lo que sería feminismo del pueblo de las raíces. Está claro sin mirar muy lejos que la mujer más brutalizada es la que convivió con el guerrero de hordas barbáricas del norte de Europa. Y como muestran los estudios de la Unicef e incluso el estudio Reina Sofia sobre violencia de género, las mujeres más maltratadas son las anglosajonas, donde los niños más infelices y enfermos de occidente están en Gran Bretaña y Estados Unidos, junto con Suecia y que los niños más felices y sanos estan en España y Noruega, hablando de Europa. Ahora bien, la pregunta del siglo, ¿Por qué se han ensañado con el hombre español, por qué no han permitido ni un proyecto contra la violencia de género que implique al hombre protector del clan, que son la mayoría, por qué quieren denuncias y no encierran ni a un solo hombre de la oligarquía, que dicho se a de paso, son los que más maltratan a sus parejas, por qué? Mi respuesta: "Porque si elimino al hombre protector del clan, desintegro el clan y controlo al pueblo desintegrado". Un muy afectuoso saludo. Pilar Jiménez

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